El rape peludo tiene un cuerpo pequeño y esférico del que nacen una serie de protuberancias filamentosas que usa para detectar el movimiento en el agua.
Su apariencia da bastante repelús, pero lo que verdaderamente le
distingue como una de las más extrañas criaturas marinas son sus hábitos
de apareamiento: el rape macho muerde a la hembra con sus dientes,
liberando una enzima que digiere la piel de su boca y su cuerpo hasta
que acaba fundiéndose con ella, convirtiéndose en un parásito que se alimentan de su sangre. ¿A cuántos amigos conoces que se comportan así?
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