Cientos de estatuas del británico Jason de Caires Taylor, descansan en el fondo marino, fomentando el crecimiento de coral, gracias a un especial tipo de cemento.
Más de 400 estatuas descansan en el piso marino en
los parques marinos de Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc. Son la obra
del escultor británico Jason de Caires Taylor, quien utilizó un tipo de
cemento que atrae y fomenta el crecimiento de coral sobre las mismas
formas que creó.
Esto es solamente el inicio de un ambicioso proyecto de crear un Museo Subacuático de Arte
en las ya estresadas aguas caribeñas. La idea es que este ambiente
artificial llame la atención de los turistas y le den un respiro a los
arrecifes naturales.
La muestra se llama “The Silent Evolution” (La
evolución silenciosa) y cada una de las estatuas fue creada basada en
personas reales que viven en las comunidades cercanas a la zona. La
expresión de estas estatuas es su interpretación al constante
cuestionamiento que todos nos hacemos (o deberíamos hacer) con respecto a
nuestro impacto en el medio ambiente.
Lo impresionante es lo rápido que el ecosistema está
creciendo alrededor de estas figuras. Aunque es difícil que se recupere
lo perdido a causa de la contaminación es un rayito de esperanza para
poco a poco reconstruir lo que irresponsablemente hemos dañado.
Por supuesto que dentro de un tiempo quedarán muy
pocos rasgos visibles de estas estatuas, lo que nos recuerda la estrecha
relación que tiene el medio ambiente sobre nuestras vidas.
El proyecto parece una idea maravillosa pero
esperemos que conforme crezca el museo bajo el mar no se pierda la idea
esencial que es respetar y regenerar el hábitat natural y no lo
contrario.
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